6 señales de que tu cocina necesita una reforma

Un hogar está constantemente expuesto al uso que implica la vida diaria, por lo que es normal que con el tiempo se vaya deteriorando. Algunos gestos pueden ayudar a prevenir el desgaste y el deterioro, como elegir los materiales adecuados para cada estancia o hacer un buen mantenimiento, limpiando con productos específicos y reparando los pequeños problemas para evitar que empeoren. Es importante contactar con un estudio especializado en cocinas que te aconseje de manera profesional. 

La cocina es uno de los espacios que se exponen a un uso más intensivo y con factores más agresivos, como el calor o la humedad y, a pesar de los buenos hábitos de uso, con el tiempo acaban por desgastarse. 

Pero, además del deterioro, con el paso del tiempo también aparecen nuevas soluciones, por lo que es frecuente que un elemento del mobiliario de cocina o un electrodoméstico que en su momento parecía útil no resulte tan funcional, o que se requiera añadir nuevas prestaciones.

Por supuesto, el tiempo también influye en cómo se percibe el espacio estéticamente y lo acogedor o estiloso que resulta

Todas estas cuestiones son fundamentales a la hora de determinar cuándo ha llegado el momento de darle un cambio a la cocina. Algunas son más sobrevenidas, otras suceden de manera más progresiva pero, en general, cualquiera de estas señales indica que tu cocina necesita una reforma:

1. Incomodidad al trabajar en la cocina

Este es uno de los principales indicadores que denotan la necesidad de una reforma. Si cocinar se ha convertido en una tarea complicada porque los elementos del mobiliario entorpecen el movimiento o dificultan las tareas, es el momento de transformar el espacio.

Algunos de los factores que pueden influir en la incomodidad al cocinar pueden ser la distribución del mobiliario, los electrodomésticos y las zonas de trabajo, la altura de la encimera o encimeras, la accesibilidad del espacio de almacenaje… Esto se puede deber tanto a que la cocina es antigua –o no estuvo bien planificada– como a que las necesidades del hogar han cambiado por las circunstancias de las personas que lo habitan.

Las soluciones modernas, especialmente las cocinas a medida, están cuidadosamente planificadas al detalle para ofrecer una experiencia de uso cómoda y práctica

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2. Dificultades en la limpieza

Muy estrechamente relacionada con la señal anterior, una cocina en la que los materiales empleados no son los adecuados, anticuada, o mal planificada, puede ser difícil de limpiar y mantener y, por lo tanto, incómoda de usar. 

Destaca el mobiliario mal colocado o mal planificado, que deja huecos por los que la suciedad penetra y se acumula, a los que resulta complicado acceder. Los diseños ornamentados también tienden a acumular grasa y suciedad, lo que puede hacer que el mantenimiento sea más complejo.

Por otra parte, los materiales porosos o poco resistentes, que resultan delicados al uso y se manchan con facilidad pueden complicar las tareas de limpieza y deteriorarse con mayor rapidez. 

La solución a este tipo de problemas pasa por una reforma de cocina bien estudiada, que aproveche el espacio al detalle, aplique los materiales apropiados para cada uno de los elementos y tenga un diseño adecuado para su uso.

3. Falta de espacio y almacenaje

Incluso una cocina pequeña debe ser funcional. Si se detecta una falta de espacio, ya sea para añadir o reemplazar un electrodoméstico o para el almacenaje, es porque el mobiliario necesita un cambio.

Con la correcta aplicación de las soluciones idóneas para cada tamaño de cocina, el espacio puede cambiar por completo y resultar más agradable y funcional.

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4. Estética anticuada

Tampoco resulta agradable trabajar en una cocina cuyo aspecto no resulta acogedor. Especialmente cuando la cocina es antigua o en su momento se eligió un diseño atrevido que ha pasado de moda, enfrentarse día a día a un entorno en el que no se está a gusto es una señal de que ha llegado el momento de un cambio.

Una reforma de cocina con una estética sencilla y atemporal, con materiales de calidad, garantizará que el espacio sea funcional y no quede anticuado durante mucho tiempo.

5. Mobiliario, azulejos o equipamiento deteriorados

El paso del tiempo, aunque se haga un buen mantenimiento, acaba por dejar huella. La humedad, el calor y las manchas suelen acabar haciendo mella en el mobiliario y el equipamiento de cocina.

Si el mobiliario está hinchado por la humedad, las encimeras están deterioradas, algunos azulejos están dañados o algunos de los elementos principales muestran señales de haber llegado al fin de su vida útil, es un buen momento para reformar la cocina y empezar una nueva etapa, te recomendamos contar con un estudio especializado en cocinas que te acompañe en este proceso.

6. Problemas de fontanería o electricidad

Por último, la necesidad de renovaciones considerables en la fontanería o la electricidad de la cocina, como tuberías antiguas o falta de enchufes son también una señal de que es el momento de plantearse una renovación. 

Ante cualquiera de estos indicios, no lo dudes y ponte en contacto con un equipo de profesionales de las reformas de cocina

Planifica la reforma o cambio de la cocina contando con un estudio de profesionales, formados en las áreas de arquitectura, interiorismo e ingeniería de diseño que trabajan con materiales y cocinas de calidad.

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